miércoles, 7 de diciembre de 2016

COPOAZÚ

 El copoazú es un fruto exótico de la amazonia Colombiana, crece en la cuenca amazónica y es de la familia de las esterculiáceas, su nombre científico es Theobroma grandiflorum, es de sabor agridulce y es utilizado para la fabricación  de diferentes sistemas alimenticios.


EL ARBOL:

Caracterización Morfológica del copoazú. El árbol de copoazú (Theobroma grandiflorum) es una planta frutífera, de la familia de las esterculiáceas, nombre común de una familia de plantas de distribución tropical, cuyos componentes son en su mayor parte árboles y arbustos, fácilmente reconocidos por sus hojas simples y enteras con flores que nacen directamente del tronco y ramas viejas; es un árbol típicamente amazónico, que se encuentra en estado silvestre en la parte sur y sudeste de la amazonia oriental y el noroeste del estado de Maranhão (Brasil), distribuida también en la cuenca amazónica de Colombia, Ecuador, Guayana, Perú, Venezuela y Surinam.

El copoazú es considerado como un cacao, porque sus semillas después de secas permiten la preparación de un tipo de chocolate claro, considerado por muchos como más fino que el de las semillas de cacao tradicional.
Cuando la planta es cultivada alcanza de 6 a 10 m de altura. La planta joven presenta coloración rosada y sus hojas están cubiertas abundantemente por vellosidades, que se desprenden fácilmente al contacto de la mano, una vez alcanzan su desarrollo completo. Sus flores son de color rojo oscuro, son las más grandes del género y crecen en las ramas.
El fruto es una cápsula elíptica, con extremos obtusos y redondeados, de 15- 40 cm de largo y de 10-15 cm de diámetro. Posee un peso promedio de 1,2 kg que varía desde 0,2 hasta 5,0 kg El copoazú cuenta con una cáscara dura, leñosa, que se puede quebrar fácilmente, con un espesor 2-4 mm y se encuentra recubierta de vellosidades “ferruginosas” de aspecto aterciopelado, que al ser raspadas levemente dejan ver una capa clorofilada en el fruto maduro. 
La pulpa es abundante, de coloración amarilla o blanquecina, es de sabor ácido y aroma fuerte, se encuentra envolviendo a las semillas. Las semillas de copoazú presentan forma circular achatada, miden de 2 a 4 cm de largo por 0.9 a 1.5 cm de espesor. 
Están recubiertas por una fina película, quebradiza cuando está seca. Las semillas contienen gran cantidad de grasa, representan del 16 a 20% del peso del fruto. Cada fruto contiene en promedio de 45 a 50 semillas. 
La composición porcentual del fruto de copoazú, calculada con relación al peso fresco, se muestra en la tabla 1.

Tabla 1 . Composición porcentual del fruto de copoazú. 

UTILIZACIÓN: Del fruto maduro se extrae la pulpa carnosa, fibrosa y ácida que rodea todas las semillas y que constituye el 36,79% del fruto. El consumo de la pulpa es directo y se utiliza en la         preparación doméstica o industrial de refrescos, jugos, postres, dulces, helados, pasteles, caramelos, jaleas, néctares, mermeladas y yogurt. 
Un producto secundario del fruto es la semilla, que representa el 16,74% del fruto y que contiene 57% de grasa sobre base seca en peso, con 91% de digestibilidad. La semilla se utiliza en la elaboración de "cupulate" en polvo, semejante al chocolate en polvo de cacao y tiene restricciones para la elaboración de tabletas de chocolate por tener un mayor punto de fusión respecto al cacao. Del subproducto de "cupulate" en polvo se obtiene grasa, que se utiliza en la preparación de cremas cosméticas.  
La cáscara del fruto contiene 1,5% de potasio, 0,7 % de nitrógeno y 0,04% de fósforo; puede utilizarse en la preparación de compost para abonamiento orgánico; el peso de la cáscara representa el 46.47% del peso total del fruto. El uso de la cáscara en alimentación animal es muy limitado, por el bajo contenido proteico de 5% y alto nivel de fibra.
2.2.1.3. Producción. El árbol de copoazú tiene como períodos típicos de floración y fructificación los meses de noviembre y marzo obteniéndose dos cosechas al año. El fruto de copoazú tarda en madurar un periodo de 4 a 5 meses. En las plantas jóvenes la primera floración puede ocurrir al tercer o cuarto año después de sembradas. A partir de la primera fructificación ésta va aumentando gradualmente hasta el décimo año, cuando se considera que se estabiliza la producción, siempre y cuando todas las prácticas agrícolas hayan sido llevadas a cabo, ya que éstas tienen influencia sobre la fructificación del árbol de copoazú.  
La productividad del copoazú está estimada de 12 a 20 frutos por planta. Con un manejo adecuado y fertilización a los 5 años, los rendimientos ascienden de 20 a 30 frutos/planta. A los 7 años la producción de frutos se incrementa de 60 a 70 frutos/planta. Si se asume que el peso medio de cada fruto es de 1.2 Kg y que el rendimiento en pulpa es del 36.79 %, se producen 0.44 Kg pulpa por fruto. Si en una hectárea son plantados 179 árboles de copoazú, se concluye que la productividad seria de 945.12 Kg de pulpa por hectárea es decir 1,197.81 Kg de cáscara por hectárea, teniendo en cuenta como productividad mínima 12 frutos por árbol.

PROYECCIÓN: El copoazú es una especie arbórea con un alto potencial económico en la amazonia Colombiana. Por ser nativa, está completamente adaptada a la ecología regional; en los próximos años y dada su perspectiva de explotación, el procesamiento y conservación de sus principales productos, la pulpa y la semilla, han sido objeto de estudio e investigación a nivel industrial por organismos públicos y privados asentados en la región. Estos productos han tenido gran aceptación en el mercado local y se están llevando al interior del país para ampliar los nichos de mercado.
El cultivo presenta como mayores desventajas la alta variabilidad de la especie (especialmente cuando se reproduce por semilla), la perecibilidad del fruto por el alto contenido de grasas, la disminución de rendimientos por una alta incidencia de plagas y enfermedades, la ausencia de programas nacionales de mejoramiento genético y el poco desarrollo de tecnologías de transformación y de conservación del fruto en el nivel de campo dirigidas al productor.  El fomento del cultivo necesita de un trabajo sistemático en el campo genético, con miras a producir híbridos que ofrezcan características de mayor producción, mejor calidad de pulpa y de semilla, precocidad productiva, porte bajo y resistencia a la escoba de bruja41. En este propósito deberá asimilarse y difundirse los avances investigativos genéticos, taxonómicos, agronómicos y tecnológicos desarrollados en otros países; el perfeccionamiento de la propagación vegetativa es de primera necesidad.